domingo, 13 de abril de 2008

La Yapa Ecuatoriana


"CUQUI"


Y como si esto fuera poco, ete aquì unos videitos de misahualli en la reserva protegida de los monos.....



Con un pie en cada hemisferio

Queridos amigos, lastres, parentela toda: esta actualización, a pedido desesperado del público, tiene el único fin de impedir amistades no autorizadas por los pulgares alzados, sobretodo cuando tienen un alto contenido conspirativo.
Sepan que hemos perdido el dispositivo digital con el que tomábamos las fotos para dar testimonio visual de esta odisea. Sepan que esta vez no fue un robo (quién tomaría lo que no es suyo), sino un inapropiado horario de transbordo automotor. Sepanlón. Eso ha generado que tengamos que recurrir a la bondadosa colaboración de nuestros nuevos compañeros de viajes, de quienes hablaremos a continuación.
Habíamos quedado en Montañita, donde hicimos la pausa necesaria para juntar unos morlacos que gastar raudamente, al punto de andar necesitando otra pausa similar.
Montañita: el lugar de los encuentros… con Komando Moncha, con Tosti, nuestro buen amigo, con Mr. Burguer, King of the universe… gente conocida, y gente que conocimos en la pequeña localidad balnearia, con quienes pasamos, y seguiremos pasando, grandes momentos.
Dejamos la pequeña Montaña con la alegría de recuperar el movimiento, y siendo nuevamente un cuarteto rodante. Vanesa, salteña, saxofonista, abogada… le gusta caminar descalza por la arena y leer a Corin Tellado junto al hogar, pero su hobby preferido es bailar tango. Vaya coincidencia: nosotros tenemos al Julio Bocca de los arrabales milongueros: el único, el irrepetible… Nicolás “Ocho Bravo” Macchi, que con sus pies envueltos en llamas acudió raudo al llamado de las tablas, y se pusieron a ensayar con la esperanza de revolucionar el ambiente artístico latinoamericano.
Tras un fogón con guitarreada incluida, salimos tempranito hacia Guayaquil, la ciudad del mítico encuentro de los libertadores… sí, sí, los de la copa “Santander”: San Martín y Bolívar. Paseamos por el Malecón y el parque de las iguanas, al que llegamos justo en el horario del almuerzo: una rica ensaladita de lechuga, a la que fuimos invitados, pero nos abstuvimos de probar, puesto que somos dados a la flatulencia. De todos modos, nos divertimos viendo el arrojo con el que los desinhibidos reptiles se descolgaban de los árboles, y se amontonaban sobre el noble vegetal.
Fue corta nuestra visita a la ciudad del Guayas, desde donde partimos rumbo a Cuenca, buscando nuestra porción de sierra ecuatoriana.
Cuenca es una ciudad hermosa; con reminiscencias de Salta y de Arequipa, pero con un estilo único. Los cuatro nos enamoramos de Cuenca, y todavía estamos en tratativas para ver quién se gana el derecho a cortejarla…
Volvimos a la sierra, y volvimos al frío. Nuestro glamoroso bronceado “obrero” fue tomando matices verduzcos nuevamente, y decidimos que el estilo “Musgo Sauvage” es el novamás de la temporada otoño-invierno 2008.






En cuenca paseamos por la Plaza de Armas, y por la paradójica calle “Benigno Malo”, que habrá sido muy importante, pero tuvo dos padres a los que les gustaba la joda y los jueguitos de palabras. Fuimos al río, a la universidad – en la que el macramé no está pegando mucho este año- y al cine… sí, sí, al cine: a ver una película africana sobre el apartheid. Chúpense esa mandarina. ¡Ah!, también conocimos una fábrica de los “Panamá Hats”, emblemáticos artículos de la moda ecuatoriana.



Estábamos listos para seguir viaje. Y lo hicimos: nos fuimos a Baños, al pie del volcán Tungurahua, que por la noche bota harta candela. Como todos estamos algo desencantados de nuestros sistemas representativos, apoyamos a Candela en su cruzada contra la ingenuidad política. Aparte de eso, el volcán tira fuego como loco.














De nuevo nos encontramos con Komando Moncha, con Ernie Pike y Tato Dobién, con Dani y Agus – dadas, ellas, a la lectura en alta voz… imagínense- y con Nacho y Mili, quienes están en Río Negro - no lejos de Baños- ayudando a los chicos y la comunidad en general, y viviendo en una casa enorme, que con total impunidad nos lanzamos a revolucionar, asistiendo en tropel de camino a Puyo. Fue el momento de las grandes comilonas, de los grandes desafíos ajedrecísticos, de las enormes contiendas digaloconmímiquísticas. Fueron dos días, y nos fuimos, con la música y el ruido, a otra parte.
Para despuntar el vicio de la nostalgia, decidimos volver a hacer dedo… en lo que debe constituir algún tipo de record, si es que estas cosas se registran en algún lado, los ocho mochileros – Ernie y el señor Dobién, Agus y Dani, Vane, “Ocho Bravo”, “Morfajíbaros” y “Florcita luminosa”-, con sus ocho mochilas, fuimos transportados en la modesta caja de una camioneta… la caja es chica, pero el cigüeñal es grande, dijo el dueño, y se avino a cargar con el estrafalario grupo. Eternamente agradecidos.
Puyo lo pasamos de largo después de un “almuercito” aclamado por Ernie – esa suerte de mixtura entre mariposa tecnicolor y panadero renacentista.
Sin dedo pero con descuento en el pasaje de micro, llegamos a Tena, para hacer noche antes de ir a visitar a los primos misahuallinos. Aconteció por la mañana: en un viaje de una hora, de la mano de Cuqui, a quien les presentaremos en la yapa del día de hoy, nos llegamos a Misahuallí, tierra de simios.
“Morfajíbaros” se había empeñado en llevar una bolsa llena de bananitas. Su peludo brazo se confundía con el de los monos, en lo que acababa constituyendo un solo brazo, mediado por una banana. Solo un momento, que después el mono – el pequeñito- se quedaba con el fruto en cuestión, y se apartaba para una cómoda ingesta. Después de un rato nos acostumbramos, y empezamos a distinguir – ayudándonos del olfato, todo hay que decirlo: “Morfajíbaros” jede que da calambre… Todos nos sacamos las ganas de revolcarnos con un monito, y encaramos las pruebas más inverosímiles: bananas en la cabeza, la peligrosa prueba del “Termo Suspendido”, y la siempre aclamada “bolsiquera”. Fue breve, la visita, porque había que volver a Tena, a tomar una combi hacia Quito.
Finalmente, llegamos a la capital ecuatoriana. Lluvia, frio, factores adversos todos ellos.
Pero recompensados con un bello Casco histórico que visitamos en patota. Hartos del hemisferio sur y con ciertas ínfulas nos fuimos a visitar el museo de la Mitad del mundo Intiñam y cruzar la línea del ecuador que nos divide en dos esta gran naranja a la que algunos llaman Tierra .
Vimos como el agua gira para un lado y para otro con solo correr el balde unos metritos, caminamos con los ojos cerrados por la mismísima línea divisoria, tiramos unos darditos con la cerbatana (que alguien nos explique qué tiene que ver eso con el Ecuador!) y sobretodo, sobretodo… paramos un huevo en un clavo (algunos con mas pericia que otros). Todo muy lindo, pero nos volvimos al hemisferio sur… solo una noche mas, para tomar impulso y pasar mañana por la mañana hacia el norteño, a ver que tal nos va por allá.

Colombia nos espera, con sus cumbias. Y desde allá mandaremos noticias… algún día! Por hoy no hay mas que decir, salvo un pequeño glosario para aquellos que hayan quedado algo desorientados:
“Morfajibaros”: Macrocefalico personaje que se constituye en el terror de los Jibaros por ser su cabeza irreducible. Mas conocida como Maipa.
Cuqui”: Gay Scout, siempre listo para comerse una chonta.
“Chonta”: Fruta autóctona del Ecuador.
“Tato Dobién”: Franco Faggioni, yerno desconocido de Tinelli… y nuevo dedo rutero.
“Ernie Pike”: Hernan “Gordo” Ramirez. Insólito personaje de inefables características, también nuevo integrante del grupete.
“Florcita luminosa”: Conocido también como Santi, o Santiti… algo amariposado a veces y siempre muuuuy iluminado.
“Komando Moncha”: Montse y Charo, dos estrambóticas españolas con las que tenemos el placer de coincidir desde Cusco en adelante y desquitarnos de todas las conversaciones de las que hemos sido marginados: juntos cantamos Pumuky, los Fragell Rock y Arale… y somos muy felices!
Pd1: ¡El cuarto dedo original, Maria "Cucharon" Meson cumplio añitos, y desde la lejania le mandamos nuestros respectivos tirones de oreja, besos y abrazos!
Pd2:Faltan dos minutos para que llegue el 14 de abril... medio año desde la partida de Nico y Maipa... ¡una papita!.